“Haciendo llegar a todos mi vino, doy poder, riquezas, sueños,
amor…”

Nuestros sumellieres

Esta es la historia de unos locos del vino, cuatro locos con una curiosidad insaciable, humildes y apasionados de lo que hacen y de lo que sienten por este interesante mundo. ¡Un equipo que forma el cóctel perfecto entre experiencia y juventud!

Paco Plaza

Granadino de nacimiento y segoviano de corazón, lleva más de 22 años dedicado profesionalmente al mundo del vino, trabajando en grandes casas de comidas, ganador de los concursos de sumillería más importantes del país, empresario en la distribución y elaboración del vino, con su verdejo de viñas viejas 921, cuyos aromas y sabores fueron testigos de la creación de “El Decantador”. Actualmente dedicado a la formación de nuevos sumilleres, comparte con enorme generosidad sus conocimientos; los que tenemos la suerte de trabajar a su lado aprendemos día a día el respeto, humildad y la admiración con la que Paco trata al vino.

Pilar Sanz

Más de 19 años dedicada a la hostelería, apasionada de este mundo, se enamoró del vino por casualidad, se formó en cocina, sala, asesoría gastronómica y sumillería, trabajó en La Rioja y en la Ribera del Duero y descubrió que el vino era su pasión, que ese complejo mundo nunca dejaba de enseñarle y de hacerle sentir, que a cada paso nuevos horizontes y oportunidades de crecer se abrían a su paso, no deja de indagar en este mundo que tanto ofrece, que tanto emociona y que tanto hace sentir.

Álvaro González

Había coqueteado con el vino hace unos años, pero entonces no se dejó conquistar, no era el momento. Un tiempo después, tras un fortuito reencuentro y una nueva oportunidad profesional, se formó como sumiller, lo que más adelante sería “El Decantador” necesitaba personal formado, apasionado y respetuoso con este mundo y así Álvaro comenzaba su relación de amor-odio con el vino, porque sabe que cuanto más conoce, más le queda por conocer y le hace dar lo mejor de sí, creciendo cada día más y dejando que los aromas del vino le hagan sentir y viajar a través de los recuerdos.

Laura Estévez

De curiosidad insaciable, oía hablar del vino y se dejaba llevar, se perdía en las conversaciones de los que más sabían en su afán por conocer. Valiente, no dudó ni un momento cuando apareció la oportunidad de formarse como sumiller, y ahora, descubriendo paso a paso, inquieta y apasionada, este mundo tan mágico para tener una base firme sobre la que crecer.